Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse. Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.
miércoles, 19 de octubre de 2011
:D
La a vida es algo que hay que morder, y que en cada boca tiene su sabor. Su sabor cambia según la persona que la muerde. Están las personas aburridas, las que no ven el sentido de la vida, las que tienen un autoestima alta y las que se levantan cada vez que se caen. También están las que les dan igual sus defectos, y las que se mueren por ser perfectas. Pero nosotras, no somos ninguna de esas. Estamos en la clasificación de locas, las que no muerden la vida, sino que se la comen, nos comemos al mundo.
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