Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse. Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.
lunes, 29 de agosto de 2011
Es el momento.
No es momento de tomar decisiones rápidas, es el momento de cometer errores, millones de errores, de arrepentirse, de retroceder, y volver a cometerlos, de subirse al tren equivocado y extraviarse, extraviarse a algún lugar que ni si quiera conozcamos. De enamorarse a menudo, de sufrir por amor, de llorar por él... y de reír. De sentirte afortunada, de cambiar de idea y de volver a cambiar porque no hay nada permanente. De reir asta llorar y de llorar hasta que consigas reír. De disfrutar... Ahora es el momento.
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