Conforme pasan los días aprendo a ser positiva, y no como decía antes realista, que por muy mal que puedas llegar a ver una situación pueden haber peores y a la vez, esta claro que mejores, aprendo a no vivir ahogada por mis propios problemas. Aprendo a seguir adelante con lo que sea, sin preguntarme el porque de esa cuestión. Porque se que un día vendrá lo que me joda de verdad asi que ahora tan solo me queda disfrutar. Me he puesto a recordar y pensando un dia pensé que para que llorar?
Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse. Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.
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