Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse. Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.
lunes, 1 de agosto de 2011
Una sensación extraña, que se adueña de tu cuerpo.
¿Alguna vez te has tirado a algo sin saber lo que pasaría después?¿Alguien te ha dicho "No lo hagas,saldrá mal" y aún así,lo has hecho?¿Has hecho algo estúpido,lunático o desquiciado simplemente porque querías hacerlo?
Pues te hablo de eso,de la décima de segundo o incluso menos.Del instante exacto en el que te estás tirando al vacío sin saber si habrá algo abajo que te recoja o te vas a dar la hostia del siglo,y en ese increiblemente pequeño espacio de tiempo solo te preguntas "¿Por qué lo he hecho?".No hay respuesta para esa pregunta,no hay ninguna razón para hacerlo,porque no hay lógica en el asunto,y precisamente por eso,porque es un impulso que te recorre la columna como una corriente eléctrica que te hace casí morir de felicidad en estado puro,brutal,arrollador,desquiciante..precisamente por eso,es lo más ilógico,irresponsable y estúpido que hay en el mundo. Pero, sin duda,es lo mejor que ahí, Porque sino te arriesgas a vivir, ¿qué te queda?.
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