Aún está medio dormida y distraída cuando lo ve. Apenas puede creerlo. En lo alto, por encima de los demás, sobre la blanca columna del puente, un graffiti domina el resto, imborrable. Está allí, sobre el frío mármol, tan bonito como siempre lo deseó. Su corazón se acelera. Por un momento, le parece que todos pueden oírla, que todos pueden leer aquella frase, justo como está haciendo ella en ese momento. Está allí, en lo alto, inalcanzable. Allí adonde solo llegan los enamorados:
"Tú y yo a tres metros sobre el cielo".
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