Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse. Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.
sábado, 26 de noviembre de 2011
Ni siquiera saberlo;
¿Alguna vez miraste una foto de ti mismo y viste a un extraño en el fondo? Te hace pensar cuántos extraños tienen una foto de ti, de cuántos momentos de la vida de otras personas has tomado parte, si fuimos parte de la vida de alguien cuando sus sueños se hicieron realidad, o si estuvimos allí cuando sus sueños murieron. ¿Seguimos intentando aparecer allí, como si de alguna manera estuviésemos destinados a estar allí, o acaso la foto nos tomó por sorpresa? Tan solo piensa, podrías formar gran parte de la vida de otra persona, y ni siquiera saberlo.
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