Hagamos un trato, yo te llevo el desayuno a la cama, no digo una vez eeh, digo todos los días de mi vida, fútbol lo justo, algún partidillo, poco mas y te prometo que jamas tendré tripa, a cambio de eso no te pido nada, simplemente que estés conmigo, ese es el trato.
Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse. Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario