Tengo un vicio un tanto extraño la verdad, reírme sola como una loca, la gente que me conoce incluso se ríe conmigo, los desconocidos me toman por psicópata, pero a mí me gusta decir que soy menos normal que el resto. Así que si alguna vez me ves por la calle tirada en el suelo, no te asustes ni llames a una ambulancia, seguramente me habrá dado otro ataque de locura.
Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse. Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.
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