Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse. Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.
viernes, 16 de septiembre de 2011
Ese clavo que saca otro clavo.
Me gustaría tener una explicación, si me gustaría saber porque aún me sobresalto cuando te veo en una multitud, porque aun levanto la cabeza cuando un desconocido susurra tu nombre, porque aun pienso en ti cuando alguien me dice “pide un deseo”… ¿porque aún te recuerdo? ...
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