Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse. Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Solo ríe.
Ríe cuando vallas a salir de la puerta, aun que sepas que el lugar donde vas no te gusta. Ríe cuando te caigas, cuando te hagas daño, así te darás cuenta que será más fácil recuperarte. Ríe cuando suspenda un examen, ya habrá más examenes y ya habrá recuperaciones. Ríe cuando te equivoques, un error lo tiene cualquiera. SOLO RÍE. ¿Tanto cuesta? Hay personas que lo mínimo que te piden es una sonrisa al levantar, alguien que cuando no tenga esa risa en sus labios, tú puedas darle ese aliento y contagiarle tu risa. Ríe cuando piensas en esa persona, no importa si te llevas todo el día riendo.
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