Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse. Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Vámos a bebernos tú y yo el mundo.
Llévame a los bares más oscuros. Vámos a fumarnos la ciudad. Vámos a bebernos tú y yo el mundo. Vámos a esquivar la soledad. Vámos a dormir en los portales, allí donde nadie pueda entrar. Contaremos cuentos por las calles, de esos que siempre terminan mal. Hazle trampas al sol, y que no salga hoy a joder nuestro mundo. Dame un poco de calor para este corazón que va buscando abrigo. Que no pasen las horas, que nos pille la lluvia cantando las farolas. Que nos lleven las olas, que yo duerma contigo, que tu no duermas solo.
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